Carla Ljubetic: “Estamos supliendo una falta, una necesidad del sistema educativo”

Carla Ljubetic asumió el cargo de directora ejecutiva de la fundación en 2022 luego de estar dos años levantando la organización junto a sus fundadoras Emilia y Nerea.  Psicóloga de profesión y Máster en Salud Mental Comunitaria de la Universidad de Barcelona, Ljubetic ha guiado el equipo actual y hoy se encuentra proyectando el camino de la organización a cinco años, donde asegura que hay que ir pensando de manera estratégica; hacia dónde queremos ir, qué queremos hacer y cómo estamos haciendo nuestro trabajo en el presente. 

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¿Por qué es necesario el trabajo de la fundación?

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El trabajo de la fundación es necesario porque somos de las pocas organizaciones en Chile que busca trabajar sobre las distintas brechas de desigualdad y violencia de género desde la niñez y creo que eso es algo que es sumamente relevante, porque si bien hemos avanzado en diferentes materias de prevención de violencia de género a nivel país, todas las políticas, los programas y las organizaciones que se han ido conformando durante los últimos años, han estado enfocadas en el mundo adulto. Justamente la fundación lo que hace es plantear que cuando ya somos personas adultas, los efectos que tienen esta brecha de género ya tuvieron un impacto en nuestra trayectoria educativa, laborales, profesionales, personales y de ahí la importancia de comenzar a edades tempranas. 

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Sabemos que a los cuatro o cinco años ya los estereotipos de género se instalan, se internalizan, entonces eso ya empieza a afectar y a generar estas brechas que se van solamente profundizando a lo largo de la vida. 

¿Cuál es el motivo de que la fundación abarque o se focalice en la niñez? 

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Las problemáticas que abordamos comienzan a edades muy tempranas; cuando hablamos de estereotipos de género sabemos que desde antes del nacimiento ya están presentes y en ese sentido todas las personas de alguna manera somos parte de esta violencia simbólica. Conversar y reflexionar desde la niñez nos permite prevenir estos hechos y tratar de que el impacto que generan los estereotipos de género no se internalicen o puedan ser cuestionados. Es necesario que las niñeces y juventudes puedan desarrollar el pensamiento crítico para que reconozcan esa violencia simbólica en la realidad que viven y entiendan que es una construcción social. 

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¿Cuáles son los retos que enfrentas día a día como directora ejecutiva de la fundación? 

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Yo diría que asumir el giro que nos hizo dar la pandemia a la fundación. Somos una organización que no tiene mucho tiempo, sin embargo, el trabajo que realizamos tuvo un cambio post pandemia;  fue en ese momento donde el equipo, el cual éramos únicamente voluntarias, nos sentamos a pensar “¿cuál es la propuesta de la fundación de manera más profunda? ¿Cómo podemos consolidar un modelo de intervención para las comunidades educativas? ¿Cómo podemos incidir en la política pública?" Y esas reflexiones nos llevaron a lo que estamos construyendo hoy.

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A eso le sumamos que vemos cómo hay muchas necesidades por parte de las escuelas y de las organizaciones que nos buscan y nos encantaría poder responder a todas ellas. También creo que hay un desafío en el hecho de que nosotras estamos supliendo una falta, una necesidad del sistema educativo, y no siempre podemos suplirla porque las comunidades educativas no tienen los recursos. 

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Tú misma has dicho que Chile ahora mismo está en un punto álgido y convulso políticamente ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan Niñas Valientes en el contexto de Chile actual? 

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Son bastantes, pero también creo que hay oportunidades. Para nosotras el hecho de que actualmente haya una agenda política que busca avanzar en una educación no sexista y en una educación sexual integral, es un espacio y una oportunidad también para las propuestas de nuestra fundación. 

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Hemos participado de conversaciones con el Ministerio de Educación y somos parte de la Mesa Técnica de la Política Nacional de Educación en Afectividad y Sexualidad Integral. Si bien sabemos que como proyecto de ley es difícil que salga adelante, ha sido una ocasión nueva para aportar nuestra experiencia, conocimiento e ideas. 

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Más allá de eso, haya o no ley, hoy día las escuelas tienen necesidades. Nosotras podemos conocer esas realidades de cerca para, desde ahí, nutrir más nuestro trabajo y acompañar en estas necesidades. Si seguimos dependiendo de la voluntad o el interés de los colegios por abordar estas materias, pasa lo que estamos viendo hoy día: un auge en las situaciones de violencia de género, de violencia escolar y de denuncias. El desafío es tratar de avanzar en todos los caminos que son necesarios.

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Niñas Valientes cumple cinco años ¿Cómo te imaginas los próximos cinco?

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Me imagino consolidando aún más nuestro trabajo y con horizontes más claros de lo que queremos hacer. La fundación que cumple cinco años es muy diferente a la que era en sus inicios y esa flexibilidad es también la gracia. 

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Hemos ido profundizando mucho más el trabajo y formalizando un modelo de intervención con sustentos teóricos y empíricos. Estamos midiendo nuestras intervenciones para saber cuáles son sus efectos, entonces en cinco años, tendremos mucha más información sobre el trabajo que hacemos y sus resultados. Tratamos de avanzar hacia un programa de intervención más profundo. 

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Nos imagino también aún más visibles y posicionadas a nivel público con un equipo cada vez mayor y estable, que Niñas Valientes tenga una presencia más asentada en las distintas regiones del país y desde ahí seguir creciendo.

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Has mencionado varios, pero ¿cuál es el gran reto que tiene Niñas Valientes? 

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Creo que los dos grandes retos que tenemos son seguir creciendo en alcance e impacto, que más personas se puedan beneficiar de la labor que hacemos y, al mismo tiempo, que nuestras intervenciones tengan cada vez un impacto más profundo y efectivo.