El lado B de la pandemia: brechas de género en la educación
10-01-2022
Durante las últimas semanas, se han publicado diversas noticias sobre la obligatoriedad de la asistencia presencial a clases para este nuevo año y el balance en relación a esta durante 2021. Sin lugar a dudas, son cifras que preocupan y que hay que tomar en cuenta para este nuevo ciclo político. Sin embargo, las alertas que estas levantan resultarán infructuosas si en la revisión, tanto de sus causas como de sus efectos, no se contempla una mirada de género.
Desde Fundación Niñas Valientes hemos visto durante toda la pandemia, el impacto que esta ha tenido en las mujeres, agudizando y profundizando las desigualdades, aumentando las violencias y llegando incluso a plantearse un retroceso de 20 años en relación a las brechas de género en la participación laboral. Es urgente que tanto en el análisis de las causas como en la propuesta de políticas públicas para poder mitigar estos impactos, consideremos la perspectiva de género como un pilar fundamental.
Como es de público conocimiento, en estos 2 años de pandemia ha aumentado la violencia doméstica y además han sido las mujeres quienes se han llevado la mayor carga de las clases remotas de los colegios. Esto, sumado a la enorme desigualdad en las labores domésticas y de cuidado, han contribuido a la lamentable deserción escolar de muchas niñas en el mundo. Hoy, múltiples organismos internacionales han planteado que existe la posibilidad de que más de 11 millones de niñas no vuelvan al colegio tras la crisis sanitaria, y se habla de una brecha de un 30% en el tiempo dedicado a las tareas del hogar entre niñas y niños en nuestro país, cifra que asciende a un 50% durante la adolescencia. El alza de la deserción escolar de niñas implica, según Unicef, un corte en sus experiencias de socialización, espacios de intimidad y afectividad, y tiene efectos perjudiciales en su salud física y mental, además de limitar sus posibilidades de desarrollo.
Como Fundación, hacemos un llamado en este nuevo ciclo político, en el que las consecuencias invisibles de la pandemia en la niñez se están haciendo notar, a que no perdamos de vista la perspectiva de género cuando miramos estas consecuencias y proponemos formas de abordarlas. Nuestra invitación es a poner en el centro la importancia de avanzar hacia una educación con equidad de género, para que niñas, niñes y niños tengan los mismos derechos y oportunidades de formación y desarrollo.
Solo así podremos hacernos cargo de manera estructural de las desigualdades de género que la emergencia sanitaria agudizó, y que actualmente vemos en una diversidad de ámbitos como la violencia intrafamiliar, la salud mental, las trayectorias educativas, las oportunidades y condiciones laborales, donde las niñas y mujeres son, una vez más, las más afectadas.
Emilia Vergara
Cofundadora de Niñas Valientes
Carla Ljubetic
Directora Ejecutiva
Fundación Niñas Valientes